domingo, 9 de agosto de 2009

por que veneramos a una Diosa


POR QUÉ VENERAMOS UNA DIOSA©


Por Las Sacerdotisas de la Diosa iniciadas en las tradiciones de Avalon, Hisp-Anna y Chak-Anna creemos que Ella es la Fuente y el Origen de Toda la Vida. Ella creó el Universo y lo alimenta y sostiene, Para nosotras y nosotros (porque también hay muchos Sacerdotes iniciados) Ella no es “el lado femenino de Dios”. Ella ES Dios, o mejor dicho: DIOSA. Creer en una Diosa en lugar de un dios no es una cuestión feminista o de género porque la Diosa no es mujer. Pero tampoco es hombre. ¡ES DIOSA! Ella creó al hombre y a la mujer: ES DIOSA Y ES MADRE.


Todo el Universo se originó del caos primitivo. Primero no fue el verbo, sino la energía, informe e inmanifiesta. Según descubrimientos arqueológicos que no son dados a publicidad, la raza humana se habría originado en una hembra que contenía en sí misma las energías femenina y masculina y era capaz de engendrar y parir por sí sola, del mismo modo que los mitos de creación antiguos dan cuenta de una Diosa Madre que dio luz al Universo en forma partenogenética. También las religiones cristianas sostienen esto, al decir que Jesús es Dios (energía masculina sagrada) surgida de Su vientre y que fue concebido en el vientre de una mujer por obra y gracia del Espíritu Santo, que es la Shekinah, pura energía femenina. Existe un ADN común para todo el Universo. Y si tenemos en cuenta que, dentro del vientre de la madre, un embrión en gestación se concibe primero como femenino y define su sexo mucho tiempo después, podemos deducir que el planeta ha estado negando, en los últimos 5 milenios, su propia esencia y origen: lo Sagrado Femenino Se cree que durante más de 60.000 años, los pueblos que han vivido sobre el Planeta Tierra han honrado una Divinidad Femenina representada en toda la existencia: la Luna, el Sol, el Cielo, las Estrellas, los fenómenos atmosféricos, los animales, las plantas, las piedras, el mundo bajo tierra, etc. Ella es la Abuela Araña de los Hopi, que tejió los Cuatro Universos y el Quinto, en el cual estamos ingresando.

lla es Ana, Eurínome y Tiamat, surgiendo de las aguas. Ella es Kali, creando y dando vida al pronunciar la palabra OM, la Madre de todos los Mantras. Ella es la Gran Madre, la Señora que fue honrada con múltiples nombres a lo largo y a lo ancho de toda nuestra querida Madre Tierra. Se desconocen las causas ciertas de por qué el culto a la Diosa fue tan ferozmente combatido y olvidado. El cambio de la era astrológica de Tauro (la Madre) a la de Aries (el Dios de la Guerra) marca el punto de inflexión entre el culto a la Divinidad Femenina, una y múltiple, y la introducción de religiones basadas en torno a una divinidad única y masculina. En aquellos tiempos, se produjo además un desplazamiento en el eje de rotación del planeta. Entre los muchos cambios que estamos atravesando hoy, estamos experimentando un nuevo movimiento en el cual el eje de rotación de la Tierra está regresando a la ubicación que tenía entonces. El 2012 marca el comienzo de una nueva era regida por Acuario y el regreso definitivo de la Diosa a la conciencia humana.

Acuario marca un nuevo tiempo regido por el Amor Universal. Un tiempo de integración y hermandad. Sin embargo, muchas personas enroladas en la New Age continúan confundiendo algunos conceptos básicos debido al exceso de información que recibimos por la gran cantidad de medios de (in?)comunicación con los cuales contamos. Se habla por ejemplo de “trascender la dualidad”. ¿Qué significa esto? Para muchas personas Luz y Oscuridad son antagónicas. Viven buscando la Luz y negando la Oscuridad, en especial, la propia. Sin embargo, esto no es posible. No es posible vivir solamente de día y eliminar la noche. Es una locura. La vida acabaría pronto porque nada nacería. Todo lo que se gesta necesita de oscuridad para desarrollarse y crecer. Quienes niegan y no aceptan su propia sombra terminan siendo esclavizados por ella. No se puede trascender una dualidad, negando una de sus partes. Solo se trasciende, aceptando a ambas e integrándolas. Aprendiendo a conocer lo que fue suprimido, rescatando lo que se creía perdido, sanando lo que ha sido herido. La Diosa vuelve a caminar sobre la Tierra y nos pide volver a venerarla. Ella nos brinda un camino en el cual necesitamos incorporar un nuevo conocimiento y una nueva conciencia. Y si bien nos trae la opción de poder elegir aprender a través de Su amor infinito y no a través del dolor, es muy importante ocuparnos de sanarlo aquí y ahora, en lugar de continuar negando que lo sentimos. Una nueva conciencia se está despertando y estamos aquí para aprender a reconstruir lo que hemos estado destruyendo incluso con nuestras omisiones. Nadie nos echó jamás del Jardín. Fuimos nosotros quienes lo hemos maltratado y herido y es ahora tiempo de reparar lo que nosotros mismos hicimos. No para culparnos ni sentirnos avergonzados, sino para lograr una verdadera evolución. Estos nuevos tiempos nos exigen: Humildad, para aprender lo que no sabemos. Compasión, para amar incluso lo que nos ha hecho daño, porque nos ha permitido ser quienes somos. Respeto por la individualidad única y la diversidad de individualidades que nos enriquecen y aportan una visión más grande. Respeto por todo lo que vive. Pasión por la vida. Pero más allá de entender a la Diosa desde un punto de vista racional, es más poderoso experimentar Su energía. Y esto es posible de un modo transformador y amoroso, a través de recrear Sus ceremonias y rituales sagrados. Te invitamos a vivir la Diosa en nuestro Templo y permitir que Ella entre en ti y te transforme en quien has nacido para Ser.

© Sandra Román

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